Música


Llegas tú: música relámpago lluvia de armonías
como gota de gestos interpretas la vida

tu concierto de indicios enmudece las horas
y en el lento interludio de tus ecos-espirales
infinitas caracolas me lamen las heridas

me dejan sumergido en la mar de tu pecho
-binaria partitura donde acallas mis himnos-

donde rasgan tus odas umbrosas escrituras
y una daga de hechizos cercena mi garganta.

Caligrama

Bebe las aguas de la mar/ el licor de un astro que embriague al abandono. Deja que las olas se impregnen a tu alma. Mira la gaviota del color en el puerto de las letras. Bebe tanta luz hasta que sacies tu nostalgia. Hasta que la vida se derrame en siete versos/ un verbo/ una lágrima. Mira el rayo que te besa en las pupilas: Deja entre tus ojos el ancla-resolana de una herida. El amor cicatrizado en cada trazo. Las ansias de tenerte entre los labios // -tintura de nada- //de ausencia (caligrama)

Claro de Luna

La luna busca esta noche mis anuencias 
Se acerca con la impaciencia más plena de su asombro
Con su resuello cristalino toca, por un momento, las mareas estáticas de mi piel
Su satinada presencia seduce los contornos de mis labios, la nocturna quietud de mis pupilas
Se amolda a las notas de mis ansias y danza, cercana y melancólica, extendiendo sus brazos a mi cuerpo
Se apropia de mis deseos con la caricia más liviana en el terso recorrido de sus rayos
Se abraza a mis desvelos
Besa mi cuello con la añorada pasión de un nardo en llamas
Se despoja de su vestido negro y viene hacia mí, tierna y floreciente, aclarada por la música de las miradas 
La luna se hace gemido en las ondas de la luz
Es su efigie la sombra de mi anhelo
Una sensación de húmedas texturas
Una brizna de alburas y de orquídeas
Posa el displiscente claror de su epidermis sobre los yermos litorales de mi pecho
De mi vientre... vaivenes de pleamar sobre mi sexo

Plaza

En medio de la plaza se queda mi silencio como un arbusto de ramas resecas
Veo el reflejo de las almas de otras vidas, la callada procesión del viento saturado de espectros sin clepsidras
Veo la ondulaciòn traslúcida del tiempo, el suave recorrido de paredes rasgadas por nubes y por años
Soy un árbol de vuelos sin tinieblas, un glauco susurro en la caída inmemorial de mi espejismo
Yo no tengo raìces, ni deseos de plasmar entre la luz mi sombra ajena, 
Yo soy un suspiro de internas latitudes, un remanso de augurios pasajeros
La voz de una fuente traduce mi soliloquio náufrago, recorre con caricias cristalinas la corteza despojada de mi tacto
En la tarde sideral soñada por el cuerpo, relojes sin espectros de saturado viento en la callada procesiòn de otras vidas, veo el reflejo
Resecas ramas de arbusto como un silencio, yo quedo en medio de la plaza, me veo sin verme, me ama mi soledad, me ama mi propio corazón y el resabio sombrìo del ensueño

♥♥♥ SEMBRADÍO.


El silencio
no es la página
callada de la poesía,
 
es el murmullo
de la ausencia entre las venas,
es el desértico jardín
de flores dolorosas
donde todas las voces,
los sombríos rasgueos del temor
germinan y laceran
en el ruego
que te invoca...

♥♥♥ OLA EN OLA.

Mira los puertos de tus manos, la costa de los ojos que te sueñan siempre. Sigue las rutas de tu andar sin pausas, la insaciable senda de tu sino de aire. A veces te perderás entre el laberinto gris de esta ciudad y su triste marea te llevará, de ola en ola, hasta el naufragio; sin faro que señale tu retorno ni horizonte que te
anuncie una esperanza.

Navegarás con tus pies como barca única de tus desvelos, sentiràs la soledad de callejuelas húmedas, el desértico beso de cielos teñidos de ausencias. Te quemará el deseo de ser entre la nada un remolino de floridas primaveras, la andanza de la luna en la amorosa enredadera.

Persigue lo que es mágico en tus iris, el color que te arropa en refugios de equinoccios, mira en las líneas de tus manos el vuelo de luciérnagas sin límites, la belleza invisible de esta urbe, los retoños de tu corazón venturoso en los ciertos litorales de calles y hendiduras.

♥♥♥ SEÑAL.

 
Transcurre la monótona oscuridad del silencio, sombras desprovistas de música se agolpan en las horas del hastío. Un rayo de tibias melodías recorre el trayecto que te anuncia; nada ocurre sin tu mirada, nada seduce sin la floral cantata de tu bosquejo. ¿Quién revive los ritmos de la aurora? Es la mañana una espera de voces y colores, una partitura de notas muy arcanas.

♥♥♥ LA LLUVIA.

La lluvia cae sobre la ciudad, incesante como tu recuerdo. Silencios de líquida nostalgia se elevan en los vahos de la noche. Traslúcida es la cima de los vientos y en la fragancia húmeda de las ráfagas, el sosiego no llega con tu ensueño. La lluvia cae sobre el cuerpo anhelante de la urbe, se impregna a su piel de soledades naúfragas; en tanto yo, espero el beso de la albada, te pienso enceguecido y fosco, me vuelvo densa agitación en el vacío. Esta noche las gotas más sutiles de la brizna incitan con vehemencia a mi deseo.

Canto

Oigo cantos nítidos bajo la noche lúbrica
en las ventanas se deslizan sombras de roces sigilosos
 
afuera   en la turbia marea  como llamas temblorosas
las soledades sin ventura se acoplan y se ahogan.
 
Un rumor de vórtices se enturbia entre mis manos
líquida ansiedad desbordada en un goteo.
 
Oigo cantos bullentes en las olas siderales,
en la piel de aroma pétreo se desolan las respuestas 
como un desierto infinito en el tremor sin tu goce.

♥♥♥ MADRIGAL DE LA DISTANCIA

Suprimo un "no me olvides" 
y nace un lampo azul en los ocasos.
Me aferro por amor a tus periplos,
al curso de la brisa
que allana acantilados.
Evado cada hondura y vano puerto,
persigo en los retoños de tu fe
el hálito perenne de tus pétalos.

♥♥♥ ARIDEZ.

Árido con tu silencio
desértico en la tarde
imploro el oasis de tu aliento

la humedad vegetal
de tus oleajes
mareas de complaciente espuma
donde resguardo cada poro
de caricias yermas,
cautivado,
infecundo,
litoral agreste
de ansiosas soledades.

♥♥♥ LIQUIDOS MURMULLOS.


Triste la tarde de líquidos murmullos, tristes los líquenes de la hora y de su ruina. ¿En qué mirada no llueve la nostalgia como una enredadera crecida desde el alma? Las sombras se ciñen a las nubes, sus manos no tocan la grisura, palpan la vaporosa sustancia del olvido, la goteante ternura de otros ojos. Triste la ciudad y no hay amparo, se ahoga entre las lágrimas, clama por ti entre músicas de ausencia.

♥♥♥ REVOLOTEO.


Hay un bosque en los ritmos de tu corazón, un verdor inmarcesible en cada pulso, un revoloteo jubiloso de amorosas mariposas en el que la luz y los deseos elevan ignotas melodías.

♥♥♥ ESCRIBO.

 
Para vivir escribo,
para ser en el túmulo del alba
la esperanza verdeante en cada letra,
el brote de los vientos
en la fosca ventisca del silencio,
el subversivo beso
prendado a la existencia y a la muerte,
la imagen por mis ojos incendiada, 
reflejo de tus mundos sin cenizas.

♥♥♥ RECURRENCIA.

De repente
las palabras
son rocas sumergidas
en las ondas
nebulosas
del hastío
y solo dicen
en el fondo
cenagoso de la hoja
un pétreo salmo
de estáticas
vertientes.

♥♥♥ NECESARIA.


En la rotura de la noche
asediado por espectros
sin luz y sin misterios
ahogo entre calles
abstractas
el polvo de mi silencio
la poesía que irradia
por ti
un cristalino faro
de amorosas sendas
y refugios sinceros.

♥♥♥ CUERDAS...



Cuerdas de arrancada piel al viento claman
en la hondura desgarrada asida a un péndulo
desnudas la espesura en sus raíces
que expuestas al dolor exangües flotan
tirantes sin la carne de otro vuelo
de hirientes melodías al yermo tacto
agitan remanentes de espejismos
carentes de alma luz en labios rotos
palpantes en las notas sin refugio
alambres de nostalgia en yo incrustados
sin máculas de calma en poro nada
sólo en diapasón de mi ansia expuesta
hondura desollada en sexo tiempo
sin arcos para amar arcano arpegio
rehén por cada poro inalcanzable.

♥♥♥ POSTAL URBANA...

Uno se extravía en esta ciudad de pavimentos rígidos y corazones cotidianos, uno se interna entre las calles infinitas que le hablan a uno al oido en un lenguaje de quejidos de autos y murmullos sórdidos. Uno se pierde entre la grisura gimiente de su propia soledad y derrama en las aceras y en los aires un último suspiro de agonía. A veces, uno trata de quitarse la máscara que le han impuesto los que claman y sale a la inmensidad de las llanuras a observar el ridículo espectáculo del hastío, uno se confunde entre los oleajes monótonos de la gente y es, entre esa multitud ensimismada, un extranjero sin huella ni cabida. Uno camina con rumbo espurio, eterno e incierto, esquiva muladares sin espíritu, se pasea con la única cicatriz expuesta siempre y que, doliente, no se cura más se vicia: la mirada, esa que derriba augurios y palpa sortilegios, esa mirada que es la de uno, y que traza ángulos hacia el cielo para sobrevivir entre el viciado fulgor de escaparates. Uno prefiere lo baldío, lo que nunca se adhiere, lo que se calla. Y asi se van los días, entre letreros de falsas letanías, entre leyendas de luz envejecida, entre los ojos de quien vaga, extravíado como uno, sin amor o casi amor y sin caminos.

♥♥♥ LA ROSA.

En la hermética
efigie
de una rosa
la mítica
del signo
se concreta

no es rosa
la cosa
que la nombra
es letra
vocablo
es corola
germen
de pliegues
y de pétalos
su viva
floración
se escribe
brota

la rosa
es acaso
sólo imagen
simulacro
del reflejo
que modela
y en la noche
de la hoja
y sus misterios
cada flor
es esencia
y escritura.

♥♥♥ DE TU CAMINO


Creer que no hay caminos
en la náufraga travesía de la vida,
vagar con la autómata soledad de la muerte
y ser en la mirada
la inclemente ínsula de mis pasos,

creer en el sueño despeñado de una aurora
y negarse a tus ojos, a tus manos,
a los vívidos senderos de tus labios;
viajar por tus estigmas zurcando incertidumbres,

creer que no hay trayecto
en la herida que socava las distancias,
que no me infundes el amor, la brecha, los retornos,
la ardiante liviandad de tu plegaria,

dudar de que persigo mi trasunto,
en tu lógico denuedo de horizontes.
es errar en las riberas mis impulsos 
y luego claudicar si no te amara.

♥♥♥ PENUMBRAS.


Me ato a tu imagen
y no soy nadie en la llanura del silencio,
una ansiedad de añoranzas desgarra mi agonía,
la noche destierra mi esperanza,
es un desierto la estela de tu nombre,
amanece en la albada de mi angustia
y es tu epifanía el halo de la ausencia más remota,
las lágrimas florecen en mis ojos,
son fruto del amor y de las sombras
la sabia de tu esencia que no muere.



♥♥♥ SILENTIUM.


Abràse de diluir toda voz y todo vòrtice
en el horizonte flamígero del alma,
radiantes pulsares serán testigos
de la tutelar agonía de los sonidos;
un hilo de quietud tenderá sus ribetes
para que el aire y las palabras
sean en la turbia campiña del cielo
perlas de diamantina conciencia.
Ayer me dijiste: ha de morir la ausencia
el verbo del ocaso, la agonìa,
y sólo escucho
el tenue manantial de la escritura
en las blancas arboledas de la luz
y se diluye todo
como una onda de espirales en abismos dulcísimos
que no regresan al centro de lo audible
sino al núcleo de un azul emancipado.