Suprimo un "no me olvides"
y nace un lampo azul en los ocasos.
Me aferro por amor a tus periplos,
al curso de la brisa
que allana acantilados.
Evado cada hondura y vano puerto,
persigo en los retoños de tu fe
el hálito perenne de tus pétalos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario