♥♥♥ SEMBRADÍO.
El silencio
no es la página
callada de la poesía,
es el murmullo
de la ausencia entre las venas,
es el desértico jardín
de flores dolorosas
donde todas las voces,
los sombríos rasgueos del temor
germinan y laceran
en el ruego
que te invoca...
de la ausencia entre las venas,
es el desértico jardín
de flores dolorosas
donde todas las voces,
los sombríos rasgueos del temor
germinan y laceran
en el ruego
que te invoca...
♥♥♥ OLA EN OLA.
Mira los puertos de tus manos, la costa de los ojos que te sueñan
siempre. Sigue las rutas de tu andar sin pausas, la insaciable senda de
tu sino de aire. A veces te perderás entre el laberinto gris de esta
ciudad y su triste marea te llevará, de ola en ola, hasta el naufragio;
sin faro que señale tu retorno ni horizonte que te
anuncie una esperanza.
Navegarás con tus pies como barca única de tus desvelos, sentiràs la
soledad de callejuelas húmedas, el desértico beso de cielos teñidos de
ausencias. Te quemará el deseo de ser entre la nada un remolino de
floridas primaveras, la andanza de la luna en la amorosa enredadera.
Persigue lo que es mágico en tus iris, el color que te arropa en
refugios de equinoccios, mira en las líneas de tus manos el vuelo de
luciérnagas sin límites, la belleza invisible de esta urbe, los retoños
de tu corazón venturoso en los ciertos litorales de calles y hendiduras.
Mira los puertos de tus manos, la costa de los ojos que te sueñan
siempre. Sigue las rutas de tu andar sin pausas, la insaciable senda de
tu sino de aire. A veces te perderás entre el laberinto gris de esta
ciudad y su triste marea te llevará, de ola en ola, hasta el naufragio;
sin faro que señale tu retorno ni horizonte que te
anuncie una esperanza.
Navegarás con tus pies como barca única de tus desvelos, sentiràs la soledad de callejuelas húmedas, el desértico beso de cielos teñidos de ausencias. Te quemará el deseo de ser entre la nada un remolino de floridas primaveras, la andanza de la luna en la amorosa enredadera.
Persigue lo que es mágico en tus iris, el color que te arropa en refugios de equinoccios, mira en las líneas de tus manos el vuelo de luciérnagas sin límites, la belleza invisible de esta urbe, los retoños de tu corazón venturoso en los ciertos litorales de calles y hendiduras.
anuncie una esperanza.
Navegarás con tus pies como barca única de tus desvelos, sentiràs la soledad de callejuelas húmedas, el desértico beso de cielos teñidos de ausencias. Te quemará el deseo de ser entre la nada un remolino de floridas primaveras, la andanza de la luna en la amorosa enredadera.
Persigue lo que es mágico en tus iris, el color que te arropa en refugios de equinoccios, mira en las líneas de tus manos el vuelo de luciérnagas sin límites, la belleza invisible de esta urbe, los retoños de tu corazón venturoso en los ciertos litorales de calles y hendiduras.
♥♥♥ SEÑAL.
Transcurre la monótona oscuridad del silencio, sombras desprovistas de
música se agolpan en las horas del hastío. Un rayo de tibias melodías
recorre el trayecto que te anuncia; nada ocurre sin tu mirada, nada
seduce sin la floral cantata de tu bosquejo. ¿Quién revive los ritmos de
la aurora? Es la mañana una espera de voces y colores, una partitura de
notas muy arcanas.
♥♥♥ LA LLUVIA.
La lluvia cae sobre la ciudad, incesante como tu
recuerdo. Silencios de líquida nostalgia se elevan en los vahos de la
noche. Traslúcida es la cima de los vientos y en la fragancia húmeda de
las ráfagas, el sosiego no llega con tu ensueño. La lluvia cae sobre el
cuerpo anhelante de la urbe, se impregna a su piel de soledades
naúfragas; en tanto yo, espero el beso de la albada, te pienso
enceguecido y fosco, me vuelvo densa agitación en el vacío. Esta noche
las gotas más sutiles de la brizna incitan con vehemencia a mi deseo.
Canto
Oigo cantos nítidos bajo la noche lúbrica
en las ventanas se deslizan sombras de roces sigilosos
afuera en la turbia marea como llamas temblorosas
las soledades sin ventura se acoplan y se ahogan.
Un rumor de vórtices se enturbia entre mis manos
líquida ansiedad desbordada en un goteo.
Oigo cantos bullentes en las olas siderales,
en la piel de aroma pétreo se desolan las respuestas
como un desierto infinito en el tremor sin tu goce.
♥♥♥ MADRIGAL DE LA DISTANCIA
Suprimo un "no me olvides"
y nace un lampo azul en los ocasos.
Me aferro por amor a tus periplos,
al curso de la brisa
que allana acantilados.
Evado cada hondura y vano puerto,
persigo en los retoños de tu fe
el hálito perenne de tus pétalos.
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